Una cocina bien amueblada tiene que ser, también, una cocina bien equipada con electrodomésticos que combinen a la perfección con el diseño, que no desentonen, que destaquen, incluso, si queremos, pero, sobre todo, tiene que ser útil, práctica y eficaz.
Estos tres adjetivos se pueden aplicar a cualquier electrodoméstico de nuestra cocina y se ajustan a lo que tenemos que pedirle a una campana de cocina ideal.
Para responder a nuestra pregunta debemos elegir una campana de cocina que tenga la potencia y la medida adecuadas.
La medida nos la dará el tamaño de la zona de cocción. Tiene que ser igual o mayor que nuestra placa, así que es un electrodoméstico que podemos elegir a la misma vez que esta y en concordancia de diseño y proporciones.
Entre la multitud de fabricantes que se dedican a la fabricación de electrodomésticos podemos encontrar campanas de cocina que van desde los 40 cm hasta los 120 o más (siempre hablamos del ancho de la campana de cocina).
La potencia es la segunda cuestión más importante a la hora de elegir una campana de cocina porque de ella dependerá el poder de extracción y, por lo tanto, su eficacia. Para tener una orientación sobre la potencia necesaria podemos hacer un sencillo cálculo que consiste en multiplicar por 12 los metros cúbicos de nuestra cocina, y el resultado será el número de m3 que la campana podrá desalojar por hora.
Los metros cúbicos se calculan multiplicando el largo por el ancho y por la altura. Así, por ejemplo, una cocina de 4 metros de ancho por 3 de largo por 2,5 de alto tiene unas dimensiones de 30 m3. Este resultado lo multiplicamos por 12 y sabremos que nuestra campana necesita tener un poder de extracción de, como mínimo 360 m3/h.
En los catálogos de productos de los fabricantes podemos encontrar, entre otros, este dato sobre la capacidad mínima y máxima de extracción de cada campana de cocina.
Otro aspecto al que en ocasiones no se le suele prestar atención a la hora de elegir una campana de cocina es el nivel de ruido. Si no lo hacemos, lo vamos a notar cuando nuestra campana esté a pleno rendimiento, y sabemos que no hay nada más incómodo que estar cocinando con una campana que parece una locomotor de vapor desbocada. Este dato también aparece reflejado en los catálogos y suele estar entre los 48 dBA de mínimo y los 56 dBA de máximo. Muchos de estos fabricantes han conseguido disminuir sensiblemente este factor sin perder por ello capacidad extractora.
Por último, pero no menos importante, está el diseño de la campana de cocina, un aspecto que tiene mucho que ver con el material en que esté fabricada y también con los tipos que hay en el mercado.
Como en todo lo que tiene que ver con las cocinas, los diseños son cada vez más avanzados sin restar eficacia y utilidad, de ahí que en el campo de las campanas de cocinas nos vayamos a encontrar con modelos exclusivos para cocinas con isla, las convencionales de fijación a la pared, otras también de pared pero más decorativas, verticales, extraíbles (esas que tienen una bandeja que casi duplica su longitud), etc.
No hay electrodomésticos más o menos importantes dentro de una cocina. Se podría pensar que las campanas son un lujo, tal vez antiguamente, pero hoy día sabemos que son un elemento fundamental.
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